domingo, 8 de julio de 2012

Secuoya Sempervirens o Secuoya Roja (Sequoia sempervirens)

El tronco es recto, cilíndrico, con ramas horizontales ligeramente encorvadas hacia abajo, y posee una corteza muy gruesa, suave y de un brillante color pardorrojizo que se va oscureciendo expuesta a la intemperie. Las hojas son de tamaños variables: entre 15-25 mm, largas y aplanadas en árboles jóvenes, y brotes a la sombra en la zona inferior de la copa de los ejemplares viejos, hasta 5-10 mm de largo en brotes expuestos a pleno sol en la parte superior de la copa de árboles más viejos; entre ambos extremos hay una amplia transición de tamaños. Son de color verde oscuro en las partes superiores y en la parte inferior poseen dos bandas con estomas blanco azuladas. La disposición de la hoja es espiral, aunque las más grandes y sombreadas están giradas hacia la base para conservar una posición plana y obtener la máxima luz posible. Los conos son ovoides, de 15-32 mm de largo con 15-25 escamas dispuestas en espiral; maduran entre 8-9 meses después de la polinización a finales de invierno. Cada escama de estos conos contiene entre 3 a 7 semillas, cada una de 3-4 mm de largo y 0,5 de ancho, con dos alas de 1 mm. Estas semillas son liberadas cuando las escamas maduran y se abren al secarse.
La secuoya roja más vieja tiene alrededor de 2.200 años; muchas otras exceden los 600 años. Es una de las tres especies de árboles de madera roja. Ésta, utilizada antiguamente en la construcción, se emplea en la ebanistería por su alta calidad y su llamativo color.
Su hábitat natural, que se encuentra en sistemas montañosos bastante húmedos y crecen en grupo, resguardándose de fuertes vientos y heladas, se circunscribe a una estrecha franja del oeste de Estados Unidos que abarca desde la zona meridional de Oregón hasta California central donde se la encuentra tanto en zonas llanas como en las húmedas de las colinas costeras.
Fue introducida en Europa en 1843 y hoy en día es popular en parques europeos dado su alto valor ornamental. En España pueden encontrarse en la provincia de Granada, concretamente en el Cortijo de la Losa (hoy propiedad de Alfonso de Bustos, Barón de Bellpuit). Estas secuoyas fueron un regalo del duque de Wellintong al Marqués de Corvera en la segunda mitad del S.XIX. Las especias que hay son la "Sequoiadendron giganteum" y "Sequoia sempervirens". Los lugareños las llaman mariantonias, posiblemente debido a que también se conocen estos árboles como Wellingtonias o por ser un regalo del duque de Wellintong.

Localización y ecología 

Las secuoyas de la costa ocupan una franja estrecha de tierra de aproximadamente 750 km de largura y 8-75 km de anchura a lo largo de Costa Pacífica de Norteamérica. La elevación del terreno varía de 30 a 750 metros, de vez en cuando, bajando hasta el nivel del mar y culminando los 920 metros (Farjon, 2005). Suelen crecer en las montañas donde hay más precipitación debido a la humedad que despide el océano. Los árboles más altos y más viejos se encuentran en valles y barrancos profundos donde fluyen arroyos durante todo el año y la precipitación de la niebla es constante. Por su parte, las secuoyas que se sitúan por encima del nivel de la niebla, es decir, por encima de unos 700 metros, son más bajas y pequeñas debido a las condiciones meteorológicas: ambientes secos, fríos y excesivo viento. Además, el roble “tan”, pinos y los abetos “Douglas” a menudo comen el terreno de los secuoyas en estas elevaciones. Pocos “Redwood trees” crecen cerca del mar, debido al intenso ambiente salino y al viento. La niebla es de mayor importancia en la ecología del secuoya de la costa (Redwood National Park).

La frontera norte de su extensión, se delimita por dos arboledas en el Chetco River en la periferia del oeste de las Klamath Mountains 25 kilómetros al norte de la frontera entre California-Oregon. Las poblaciones más grandes y más altas están en Redwood National and State Parks (condades Del Norte y Humboldt) y Humboldt Redwoods State Park (Humboldt County, California). Esta zona nativa proporcionan ambiente único con lluvias estacionales fuertes(hasta 2.500 mm o 100 pulgadas anualmente). El aire fresco costero y la niebla mantienen una humedad constante durante todo el año en este bosque. Varios factores, incluyendo las precipitaciones fuertes, crean una tierra con menos nutrientes de los necesarios, causando que las secuoyas dependan mucho de toda la comunidad biótica del bosque, con un reciclaje completo de los árboles muertos. Esta comunidad biótica incluye las siguientes especies: Coast Douglas- fir, Western Hemlock, Tanoak, Pacific Madrone, y otros árboles además de una gran variedad de helechos Redwood sorrel, musgos y setas. Las secuoyas proveen un hábitat para una gran variedad de mamíferos, pájaros, reptiles y anfibios. Los troncos viejos de secuoya proveen un hábitat para el búho Spotted y amenazado a nivel federal y para el Marbled-Murrelet, especie de California en peligro de extinción.

La corteza gruesa, rica en taninos, combinada con follaje que empieza en las alturas por encima del suelo, suministran una buena protección de los daños causados tanto por fuego como por insectos, lo cual contribuye a la longevidad de las secuoyas de la costa. La secuoya costera más vieja conocida tiene alrededor de 2.200 años; muchas otras en zonas silvestres pasan los 600 años. Las numerosas declaraciones de la existencia de árboles aún más viejos, son incorrectas. Curiosamente, y debido al aparente período de vida eterna de las mismas, las secuoyas costeras se denominaron “Las secuoyas eternas” a principios del siglo XIX; en latín “sempervirens” significa siempre verde o eterno, una coincidencia desconocida a todo aquél que nombró a esos gigantes. La ubicación prehistórica de los fósiles del “genus” es considerablemente mayor con una distribución cosmopolita que incluye Europa y Asia hasta hace 5 millones de años.

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